miércoles, 11 de septiembre de 2013

HAY FANTASÍA EN EL MEDIO AMBIENTE



La capacidad de imaginar es una actividad propiamente humana, nos permite adelantarnos a algunos acontecimientos que se pueden dar lugar en un futuro próximo en nuestras vidas,  a vislumbrar el resultado de algunas decisiones que tomamos, a concretar algunas de sus previsibles o posibles consecuencias, también, nos ayuda a  planificar actuaciones  con el fin de que sean realizadas lo más completas y secuenciadas, a recordar situaciones vividas de nuestra infancia o de cualquier instante de nuestro pasado que la memoria tiene almacenada al igual que el disco duro de un ordenador, a inventar, por ejemplo, historias para los niños y las niñas, a dar solución a problemas que se nos van planteando en nuestro día a día y salir lo más airosamente posible, a comprender a los demás, a saber ponernos en su piel, …a pensar con optimismo en un mundo con aspectos mejorables.



Y, a todos aquellos que en su día tuvimos problemas de aprendizaje, como en mi caso que tuve déficit de atención sin diagnosticar, la imaginación junto a la madurez propia cuando se me dio allá por sexto curso de primaria, me ofreció la oportunidad de comenzar a ponerme al día en las adquisiciones escolares. Por eso suelo decir que estoy acostumbrada a andar siempre tarde, fuera de tiempo, detrás del tiempo, a destiempo, a contratiempo, e incluso, en contra del tiempo…



Así que, ¿por qué no podemos imaginarnos un medio ambiente  saludable y sostenible en el que su cuidado y conservación sea el objetivo fundamental de todas nuestras actuaciones sobre él? ¿por qué no comenzamos a educar a nuestros niños y niñas desde pequeños hacia un mundo más ecológico y verde con la adquisición de hábitos y gestos diarios como el reciclaje de los diferentes materiales, las sustancias que los componen y los residuos, la reutilización de los objetos ya utilizados por nosotros y la reducción de gasto superfluo? ¿por qué no los mayores a la vez  damos ejemplo a los pequeños y nos atrevemos a cambiar el modo de ver las cosas reflexionando sobre los malas costumbres  heredadas o adquiridas en relación al medio ambiente? , ¿por qué no pensamos que el pequeño grano de arena que aportamos forma parte de la gran montaña que construimos entre todos?...





  
Disfrutamos del video de YouTube que lleva el titulo Atlas del grupo británico  llamado ColdPlay. 



La fantasía en los niños

No cabe duda que los reyes y las reinas de la fantasía son los niños y las niñas. De hecho, pienso que la infancia viene caracterizada fundamentalmente por las grandes dosis de imaginación que se derrocha en ella, de tal modo, que muchas veces se funde y se confunde la fantasía con la realidad sin encontrar límites entre ambos. Sin embargo,  a la vez que van cumpliendo años, sus pequeñas mentes van evolucionando siguiendo las fases generales en su crecimiento desde esa fusión con  el Universo hasta la asimilación de aquello que les rodea colocándolo, con el paso del tiempo, todo en su lugar correspondiente.

Durante los primeros años disfrutamos con ellos de su propio mundo lleno de imaginación, fantasía, arte, expresión, invención, creación y naturalidad, mundo en el que todo vale para ellos. Viven y se mueven en un ambiente especial donde los juguetes y objetos piensan y sienten casi como ellos,  cuando se les cae un dientecillo viene el Ratoncito Pérez y debajo de la almohada les coloca gominolas o moneditas, cuando llega la noche de Reyes, al día siguiente por la mañana, encuentran  los regalos que  habían pedido en la carta que les enviaron, cuando un pato de color blanco llamado Pato Donald, un ratón de nombre Mickey, o un ogro simpático y bueno conocido por Shrek, una esponja marina que recibe el nombre de Bob esponja, un personaje aventurero como Tadeo Jones,… y otros muchos más,   tienen capacidad verbal, de expresión y libertad de movimiento y de actuación,  se diría que poseen vida propia, y hasta una historia vital que traspasa la película, el vídeo, el salón de cine, la pantalla del televisor o del ordenador, ... todos ellos pasan a formar parte de la realidad del niño.

Asimismo, cuando un niño escucha un cuento o un pequeño relato su mundo particular se pone en movimiento y es entonces, cuando el niño se convierte en protagonista absoluto de la historia sin la necesidad de aprenderse un guión marcado o colocarse un disfraz diferente según se imagine que es un auténtico príncipe no azul sino verde, un pirata moderno con parche incluido al que le da miedo el agua,  un bello bufón de una corte antigua, un astronauta que aterriza en planetas de otras galaxias , un pintor de cuadros futuristas, un bailarín cojo famoso, un médico con reconocimiento que trabaja por amor al arte… su imaginación vuela sola.

En los primeros años el juego simbólico está muy presente en sus juegos, la utilidad de los objetos se ve distorsionada por momentos, ya que una escoba se convierte en un caballo que trota con toda libertad, la alfombra del salón es un gran navío en plena marejada en alta mar, un muñeco puede ser él mismo, su hermanito o un amigo al que puede hablar durante largo rato sin parar,… la fantasía es la dueña de todos sus juegos.

En la naturaleza el niño observa, casi siempre de un modo  magnificado,   cosas que le agradan y otras que le producen temor e incluso miedo; entre las primeras podemos encontrar el sol, la luna y las estrellas, con sus rayos alargados tan característicos y que tan bien suelen plasmar en sus primeros dibujos, a los que suele añadir la casita, las montañas, las personas y algún animal, además de todos los elementos que la imaginación les dé y en la disposición que ellos mismos consideren. Y entre las segundas encontramos el ruido y estruendo de una fuerte tormenta, la profundidad de una poza, un estanque, un lago o de un río, la altura de una gran ola a finales del verano que rompe en la orilla de la playa en un día de fuerte resaca, la oscuridad más cerrada en la noche, el barullo que produce muchas veces la gente en la calle, la no presencia de sus padres en un momento determinado o el silencio más absoluto en alguna ocasión. Dentro de la naturaleza, el niño siente predilección por los animales, al principio, éstos son como ellos, hablan, juegan, se ríen…  son pues uno más, y el niño que tiene una mascota, si aprende a cuidarla, forma con ella una fuerte unidad y una gran compañía.

Cuando se les plantea una pregunta o alguna cuestión, los niños y las niñas no titubean un momento, utilizan esa gran herramienta que poseen, la imaginación, que mezclada con la espontaneidad mantiene ese valor que tienen las cosas buenas de la vida y que a veces se nos olvida, la sencillez.







Disfrutamos del video de YouTube que lleva el titulo Hemicraneal del grupo español  llamado Estopa. Lo único feo que tiene esta canción es su título,  por cierto, he buscado su significado en el diccionario, es un medicamento que elimina el dolor fuerte de cabeza, por lo demás, que la disfruteis.


Los adultos y la fantasía…


Si pensamos que al mundo de la fantasía sólo tienen acceso los niños, entonces podemos afirmar  que quizá nosotros  los adultos que lo afirmamos seamos los que tenemos poca imaginación; sin embargo, ahora mismo voy a demostrar que está equivocado todo aquel que piensa de ese modo.


Cuando queremos hablar sobre la fantasía en las personas adultas enseguida conectamos con el pensamiento divergente tanto en su aspecto positivo como en su negativo.


En primer lugar, nos toca hablar de fantasía en estado puro cuando pensamos en la fantasía propiamente de los niños,  esa fantasía que se encuentra en la infancia del ser humano, y que para acercarnos a ellos la utilizamos como puente de conexión.  Pero, nosotros los mayores  la empleamos en determinadas ocasiones, cuando nuestra mente retrocede  al archivo del pasado  y mira sus recuerdos o cuando somos capaces de imaginar ese futuro todavía por realizar y  sin escribir.


A menudo nos referimos a personas que son demasiado fantasiosas diciendo que no tienen la cabeza sobre los hombros, los pies sobre la tierra, incluso decimos que vive en las nubes, que no ha sentado bien cabeza, pero, esto es otra tema, ya que está relacionado con la falta de madurez de algún adulto, e incluso, se refiere a la patología de aquél que alejado de la realidad vive sólo en sus propias fantasías.


Vamos a citar las consabidas fantasías sexuales y los sueños eróticos que desde siempre hemos oído hablar y pocos reconocemos que tenemos y que forman parte de nosotros desde que tenemos uso de razón o consciencia, porque somos seres sexuados, es decir, la sexualidad está en nosotros siempre desde el nacimiento.


Entre las personas fantasiosas  podemos incluir también a las personas idealistas, es decir, aquellos que tienen grandes ideales, como las feministas en busca de los derechos de las mujeres en muchos lugares del mundo, y a las altruistas, que luchan y han luchado por alcanzar ideales como en su día el logro de la igualdad entre los negros  y los blancos en Norteamérica


Relacionar la fantasía con los adultos nos lleva directamente a hablar sobre lo no racional  de nuestra actividad cerebral y, dentro de la vida diaria, podemos incluir todo aquello que tiene que ver con la intuición, además pienso que a su vez tiene cabida el mundo emocional, y el mundo que cada uno de nosotros ha construido con los valores éticos que hemos ido adquiriendo en nuestra vida.


Por otro lado, la capacidad de soñar despiertos es propia de las personas, cada uno  fija  sus prioridades en función a la escala de valores que posee,  y  esta capacidad está enfocada al trabajo, al tipo de vida que lleva, y al modo de disfrutar del ocio. Muchas personas dan gran importancia al aspecto económico de la vida, y colocan entre sus preferencias la adquisición de posesiones en las que podemos incluir terrenos,  inmuebles, empresas, negocios, otros resaltan el prestigio social, con la obtención de premios  diversos, otros valoran una vida sencilla y tranquila, familiar… a otros les gusta viajar y conocer lugares exóticos y pintorescos.

Existen otras personas que en sus diversas profesiones y actividades  tienen como herramienta y recurso fundamental la imaginación, la creatividad, la innovación y la construcción de saberes tanto científicos, artísticos como profesionales. Los científicos utilizan la imaginación a partir de realidades concretas para llegar a nuevos resultados, los artistas son los creadores por excelencia, la fantasía es su herramienta habitual, con ella nos hacen disfrutar de bellos cuadros, de historias estupendas dentro de los libros, de la trama entretenida de una película en el  cine, de la melodía de una canción maravillosa,… y la mayoría de las profesiones, la imaginación es el  modo de  hacer uso de sus contenidos específicos y conocimientos técnicos para desenvolvernos diariamente.

La fantasía en su aspecto negativo se puede convertir en un arma destructiva ya que en ocasiones el ser humano utiliza la imaginación con fines dañinos para los demás, no para crear y construir,  un ejemplo claro lo tenemos en la poca imaginación que utilizan en pleno siglo XXI muchos gobiernos y mandatarios en la resolución de conflictos internacionales al ofrecer como respuesta la guerra. Sin ir tan lejos, en el día a día en el trabajo, en las escuelas y demás sitios vemos acoso y malos tratos a determinadas personas,…nadie negará que es  realizar mal uso de la imaginación.

Sin embargo, la vida es otra cosa, la vida es ilusión, es lucha continua,  es la suma de proyectos, es la realización de ideas nuevas,  es caerse y volverse a levantar, volver a empezar,  son metas por conseguir, es buscar soluciones,  y en este sentido, la vida es fantasía, que sólo con  nuestro sentido común y los pequeños logros, podemos transformar en realidad.






Disfrutamos del video de YouTube titulado Los sueños del grupo español  llamado Chambao.