Fuente: Nos gusta el medio ambiente
Todos aprendemos a asociar rápidamente las flores
con la llegada y la presencia de la primavera a nuestro alrededor. Por otro
lado, quién no ha regalado flores alguna vez en su vida o al revés, quién no ha sido obsequiado en algún momento con ellas.
Lo que
primero que nos llama la atención de esta parte de las plantas es el colorido
que presenta en la naturaleza, o mejor dicho, la gran diversidad de flores que
existe tanto de colores, como de formas
y también, de aromas.
Aunque son muy estéticas
y ornamentales, y debido a ello pareciera que el asunto de las flores fuera
sólo un aspecto superficial, sin embargo, en el ciclo vital desempeñan un gran
papel debido a que son el órgano reproductor de la planta.
Dentro de la sociedad actual, las flores
representan un rol social. Se encuentran muy presentes en nuestras costumbres y
prácticas sociales, de tal modo que según la finalidad, el contexto y las circunstancias, podemos ver
flores en bodas, cumpleaños, funerales, nacimientos, hospitales, casas,
fiestas, en locales como restaurantes, hoteles, iglesias, en jardines y plazas de tu ciudad o localidad, en jarrones
o macetas de los hogares, y recibir o
entregar flores por agradecimiento, amor, amistad, felicitación, o por ser días considerados especiales.
Tradicionalmente se le ha asignado un simbolismo a
las flores, tema para indagar otro día, y si se quiere destacar su carácter
decorativo comenzamos a nombrar rosas,
claveles, orquídeas, margaritas, amapolas, hortensias, girasoles, dalias,
calas, tulipanes, azaleas, lirios, y las flores del cerezo, del lotto, Edelweis
o del nenúfar…
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