viernes, 30 de septiembre de 2016

LOS COLORES DEL OTOÑO




No se trata de un slogan publicitario sobre la moda de esta temporada en ropa, zapatos y complementos que podemos ver  en escaparates de tiendas especializadas en ello en el centro de la ciudad, grandes almacenes o centros comerciales cercanos, no.



Se trata de afirmar que poco a poco el cambio de estación implica la aparición de colores diferentes en el paisaje del medio ambiente, con todo lo que ello conlleva.



El otoño es esa estación intermedia, entre el buen tiempo veraniego y los días de atardeceres más tempranos, con una climatología cada vez más complicada y desagradable del invierno, digamos la verdad. En resumen, no hace tan bueno como para ir a la playa ni tan malo como para ponerse un abrigo.



Los colores típicos del otoño son los marrones, ocres y amarillos de las hojas caducas que quedan en las ramas de los árboles, y que también podemos observar en el suelo a modo de alfombras naturales. Estos colores se intercalan con el verde oscuro o claro de las hojas perennes, y que gracias a las lluvias y  la humedad retenida,  conservan todo su esplendor el año completo. También vemos los campos verdes de prados y montañas cercanas que definen y caracterizan el paisaje del norte de nuestro país.


Si miramos al cielo, muchos días veremos su color azul cubierto o semicubierto por  la gama de colores del  blanco, el  gris claro y el  oscuro de las nubes que arriba aparecen  cuando amenazan lluvia, anuncian un chaparrón o acompañan a una tormenta. Si miramos al agua del mar, veremos el reflejo del cielo por lo que tomará un color más azul claro trasparente o más azul añil, en función del tipo de nubosidad o del momento del día.

 Fuente: Google Imágenes



 En esta siesta de otoño, 
bajo este olmo colosal, 
que ya sus redondas hojas
al viento ha comenzado a echar
te me das, tú, plenamiente, 
dulce y sola Soledad.

Sólamente un solo pájaro, 
el mismo de todas las
siestas, teclea en el olmo,
su trinado musical,
veloz, comi si tuviera
mucha prisa de acabar.

¡Cuál te amo!

¡Cuál te agradezco
este venírteme a dar
en esta siesta de otoño,
bajo este olmo colosal,
tan dulce, tan plenamente
y tan sola Soledad!

Poema Soledad.
 Miguel Hernández

   

 De las frutas de otoño


 

Fuente: Google Imágenes.


De los frutos secos








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De las frutas del bosque





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