Conocer nuestro medio ambiente, tomar consciencia
de sus problemas y actuar en
consonancia, supone una cuestión de principios. De nada nos sirve mirar
hacia otro lado, ya que nos encontramos inmersos en el medio ambiente, formamos
parte de él y como seres vivos necesitamos que se encuentre en estado óptimo. Además,
somos nosotros los responsables directos
de efectos y consecuencias de nuestra actividad sobre él.
La educación a los niños, además de la “transmisión” de
conocimientos de diversa índole del maestro hacia sus alumnos, es una cuestión
de transferencia de afecto y de principios
como pueden ser el cuidado del medio ambiente, el respeto por la naturaleza y
la defensa de los seres vivos.
La
escuela tiene como labor fundamental conectar
con las emociones, la imaginación y en general con la mente infantil
para poder
lograr que comprendan los conceptos fundamentales y los problemas
derivados de nuestra acción muchas veces destructiva sobre el medio
ambiente.
A su vez, la escuela debe enseñar más principios y valores para que
los niños y las niñas los adquieran y sean capaces de desplegarlos y ponerlos
en práctica durante su desarrollo en las diferentes etapas posteriores de la
vida como son la pubertad, adolescencia, juventud, adultez y madurez.
Porque de nada sirve enseñar muchas ciencias
naturales o conocimiento del entorno y los contenidos de otras materias curriculares
si no van acompañados de una base de ética y valores. Lo que la educación
pretende es la formación académica, social, emocional dentro de una educación
para ser buena persona y una persona útil para una sociedad en la que cada niño pueda desarrollar
sus potencialidades y ocupar un lugar inmerso de moral, ética, pincipios y valores que compartir.
Fuente: YouTube
Valores medioambientales ...
o
Desarrollo
sostenible.
o
Energías
renovables.
o
Equilibrio
ecológico.
o
Respeto
de la naturaleza.
o
Cuidado
del medio ambiente.
o
Expresión
multicultural.
o
Progreso
social y cultural.
o
Armonía
biológica.
o
Buena
praxis empresarial e institucional.
o
Hábitos
saludables cotidianos.
o
Buenos
modelos educativos activos.
o
Educación
medioambiental: conceptos, actitudes y procedimientos.
o
Integración
de la Ciencias naturales, sociales y matemáticas.
o
Filosofía
de vida ecológica.
o
Actitudes
tendentes a la mejora del entorno.
o
Conductas
coherentes con el pensamiento sostenible.
o
Creencias
conservadoras del medio ambiente.
o
Altruismo medioambientalista.
o
Extrapolación
ecológica a los sectores agrícola, industrial y cotidiano.
o
Consonancia
entre los recursos naturales, su uso y su gasto.
o
Preservación
de recursos y espacios naturales.
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