Estos días la primavera nos anuncia,
a este lado del Hemisferio Norte, su
agradable presencia y lo podemos observar en multitud de detalles. No se
trata de cambios bruscos, no, porque el mal tiempo no desaparece del todo, pero, el
clima tiende hacia mejores condiciones
metereológicas: los días son más luminosos, las nubes nos dejan un poco de
respiro, las temperaturas no son tan bajas, comienza a llover menos, aunque,
todavía podemos mirar desde nuestra ciudad
las cumbres blancas de algunas montañas cercanas tras la última nevada en
nuestra comunidad autónoma de Cantabria.
Cuando hablamos sobre estos temas
medioambientales y sobre la naturaleza, enseguida lo relacionamos con las
Ciencias desgranándolos en sus componentes: el biológico o natural, al escuchar noticias
como por ejemplo, que el oso pardo era una especie en peligro de extinción en
la zona del Cantábrico, el químico, al
afirmar que la fórmula química del agua es H2O, o el físico, al decir que la fuerza del
viento adquiere una velocidad a veces superior
a 100 Km/h, y en ese ámbito lo dejamos encasillado.
Pero, hoy me he propuesto algo, demostrar bajo mi punto de vista la relación existente entre el medio ambiente y las matemáticas, éstas últimas, las llamadas ciencias exactas, que tan aparentemente inconexos e incluso contrapuestos resultan ambos.
Pero, hoy me he propuesto algo, demostrar bajo mi punto de vista la relación existente entre el medio ambiente y las matemáticas, éstas últimas, las llamadas ciencias exactas, que tan aparentemente inconexos e incluso contrapuestos resultan ambos.
Disfrutamos del vídeo de YouTube que lleva el título No importa que llueva del grupo musical canario llamado Efecto pasillo.
Una de las primeras cosas que
aprenden todos los niños y las niñas durante sus primeros años de asistencia a la
escuela es que vivimos en un lugar con forma
de esfera llamado Tierra, y que al igual que otros planetas y
satélites, gira alrededor del Sol. Así pues, al fijar la mirada allá arriba y hablar sobre las estrellas, los planetas y
demás cuerpos celestes, entonces, de un
modo natural y quizás inconsciente, comenzamos a hablar de todo lo relacionado
con la geometría, como es el volumen, los cuerpos y figuras geométricos, el
espacio, el movimiento, lo tridimensional, la representación y la orientación
espaciales, también podemos hablar de organización espacial, los conjuntos y sus elementos, de
seriaciones,… Si los contamos aparecen
los números como los ordinales y los
cardinales cuando establecemos posiciones dentro de ese orden establecido.
Si más tarde, bajamos la mirada y la dirigimos hacia el paisaje natural
terrestre más cercano que tenemos visible, entonces podemos hablar de la superficie
expresada por ejemplo cuando vemos una extensión como es
un campo verde, un jardín o un terreno sembrado de patatas, de longitud cuando expresamos una
distancia que hemos recorrido de un lado a otro en la orilla de la playa o por
un sendero en una marcha por la montaña, de capacidad
cuando llenamos el cubo de agua recogida en un río, de cantidad cuando vemos muchos árboles o pocas flores, de figuras
planas como el rectángulo que forma una vereda de álamos, de peso
cuando recogemos frutos secos del suelo de un bosque, de temperatura si medimos los grados en
diferentes momentos del día, de seriaciones
cuando vemos en la huerta alineaciones de diversas plantas, conjuntos podemos
establecer con las agrupaciones de especies diversas de nube, árboles, frutos,
flores, animales,… además, observamos cuadrados o líneas circulares en
superficies planas, vemos la profundidad de un río, nos fijamos en los ángulos
que posee muchas esquinas y rincones de la naturaleza, también se nos puede
plantear un problema en todo este medio natural que con números lo
solucionaremos…
En definitiva, las matemáticas nos
ayudan a comprender, estructurar e interpretar la realidad, todo lo que nos
rodea, casi nada.
Disfrutamos del vídeo de YouTube que lleva el título Pan y mantequilla del grupo musical canario llamado Efecto pasillo y de la alegría que nos contagia a todos.